Bebo Valdés, el maestro del piano cubano, que ofrecería un concierto acompañado de Cachao y Patato Valdés entre otros, en el Compostela Millenium Festival, el martes 22 de agosto en Galicia, tuvo que cancelar su presentación debido a un infarto sufrido el pasado 11 de agosto.
De dilatada trayectoria hasta principios de los 60 cuando salió de Cuba y se retiró de la vida pública residenciándose en Estocolmo, reactivó su actividad profesional en la década de los noventa con pocas pero excelentes presentaciones en concierto y algunos discos registrados (entre otros Bebo Rides Again y Cuba Jazz con Paquito D'Rivera y Acere con Eladio Reinón).
Desde Anapapaya.com, le enviamos los mejores deseos para que su salud se recupere y pueda seguir deleitándonos con su maravilloso arte.

 

Lázaro González es un trombonista cubano de dilatada trayectoria en bandas como Orquesta Revé, la del Niño Rivera, Orquesta 440, Orquesta Cubana de Música Moderna, Pacho Alonso y Los Van Van entre otras, en Cuba y desde 1989, exiliado en Estados Unidos, con Willie Chirino, Roberto Torres, Hansel y Raúl, Los Cuban All Stars de Juan Pablo Torres, entre otros, aparte de participar con el Cubanismo de Jesús Alemañy en sus exitosas giras por Estados Unidos. En entrevista con Luis Tamargo, de Latin Beat Magazine de jun/jul de 2000, ante la pregunta de por qué decidió trasladarse desde Miami, donde residió varios años desde su llegada a Estados Unidos, a Los Ángeles González reflexiona:

Fue motivado por el retraso del trabajo musical que hay en Miami. Como en la isla, los músicos cubanos han sido totalmente ignorados en Miami por razones políticas. Así como sus contrapartes comunistas en La Habana, muchos de los cubanos de Miami están más interesados en la política que en otra cosa.

 
 

Danilo Pérez, el joven pianista panameño, ha sido nombrado embajador cultural de su país por su presidenta, Mireya Moscoso.
Esto, aparte del honor que significa, hará que aumente su ritmo de presentaciones y giras. Así lo afirma la revista Jazziz de julio de 2000.

 

Nelson Rodríguez, en Latin Beat Magazine, Jun/Jul, 2000, anuncia que Wim Wenders, el cineasta alemán director, entre muchas otras, de la película Buena Vista Social Club, está trabajando en otra que tiene que ver con los conciertos que la agrupación dio en Amsterdam en 1998. De esta presentación se tomaron escenas como la de Chan Chan, que abre la primera película. Lo filmado por el equipo de Wenders alcanzó 50 horas. Es decir, sobraron 48 horas de imagen y sonido de donde están tomando material.

 
 

Los días 21, 22 y 23 de agosto, en Santiago de Compostela, se presentarán, y con entrada gratuita, algunos de los más prestigiosos intérpretes del jazz latino de hoy en día. Michel Camilo y Paquito D'Rivera (día 21), Chucho Valdés, Bebo Valdés, Cachao y Patato Valdés (día 22) y Michel Camilo, Tomatito, y Paquito D'Rivera con su quinteto (día 23).
La primera noche, también con entrada gratis y en la misma plaza, se proyectará la película Latino jazz de Fernando Trueba, en estreno mundial. Todo esto en el Compostela Millenium Festival. El evento se desarrollará en la Praza do Obradoiro.
Esto, por si faltaban razones para hacer el Camino de Santiago o llegarle por donde sea.

Pancho Amat, el tresero cubano, que ha desplegado una intensa actividad en los últimos años, reconocido en España por su participación en la experiencia Juan Perro de Santiago Auserón, declara a Diego Manrique en el suplemento Babelia de El País, del pasado 8 de julio

(...) Yo he sido siempre muy ecléctico, lo que decía Martí de incorporar el mundo a mi cultura. Conocí a Santiago Auserón y me dije "¿el tres en el rock? Allá voy." Tuve dudas sobre cómo encajar y al final toqué lo más rancio, lo más viril. Juan Perro me sirvió para saber quién era yo, comprender que debía resumir todo el son y la trova en mi tres, sin afiliarme al estilo santiaguero o al habanero.
(...) Los cubanos aprendemos a reconocernos en nuestra esencia cuando viajamos. Tocar en Europa me hizo apreciar la continuidad que hay en el son. Los alemanes escuchan Al vaivén de mi carreta de Ñico Saquito, y luego piden Yolanda, de Milanés. Te choca hasta que ves que, coño, es lo mismo. En Estados unidos, chico, no hay manera; si no hay latinos, se nos escucha muy superficialmente, como un exotismo.

Estas declaraciones, las toma Manrique en una entrevista a propósito de la salida al mercado del disco De San Antonio a Maisí, editado por el tresero, que contiene, según el mismo Amat, "una variedad de géneros", "desde la guaracha al afro, más tres temas míos".

 
 

A propósito de la visita que hiciera Pink Martini, grupo originario de Portland, Oregon, a Barcelona, Donat Putx escribe en La Vanguardia del 13 de julio

"El tono" musical de este combo de 10 músicos pasa por un baño en aguas latinas y cariocas, en el jazz, en la música clásica o en la chanson. (...) No falta quien hable de puro "revival". Dice Thomas Lauderdale (líder del grupo): "Yo me siento más como un disc jockey: cogemos músicas de todo el mundo, incluso de épocas pasadas, y creamos un sonido. Puede que en Estados Unidos nos sientan como un "revival", pero yo siento que nuestra música se centra en melodías, lenguajes y ritmos bonitos".

Pink Martini es una agrupación que podría inscribirse en la actual onda expansiva de la música latina que alcanza a muchos grupos de otras latitudes. Los Martini lo hacen de manera interesante y respetuosa. Sin ser unos virtuosos, logran crear un ambiente multicultural, cinematográfico y festivo. En sus presentaciones logran un particular magnetismo. Se divierten con lo que hacen y la cantante China Forbes (en la foto de la derecha) llena el escenario de voz y simpatía.

Tal como se esperaba, el concierto del pasado sábado 24 de junio en el Carnegie Hall que originalmente estaba diseñado para presentar el álbum grabado por Tito Puente y Eddie Palmieri -en un primer momento se supuso que se llamaría Face to Face pero aparentemente se comercializará como Masterpiece-, se transformó en un homenaje al recién fallecido músico. El evento comenzó con la presentación de la orquesta de RMM, compuesta por músicos del sello, acompañando a algunos cantantes de la casa discográfica, entre ellos a Cheo Feliciano, que tuvo un apartado especial. En la segunda parte le tocó el turno a Eddie Palmieri y su orquesta. Con ellos estaba el renombrado joven saxofonista David Sánchez como invitado especial. Después de presentar algunos números de Rumbero del piano, su anterior CD, y otras piezas de la tradición palmieriana, con las largas introduccioness pianísticas del maestro, se subió al escenario buena parte de la banda de Tito Puente con la que se grabó Masterpiece. Esto sirvió de base para el lógico homenaje al timbalero y de presentación del disco que saldrá al mercado la segunda quincena de junio.
Jon Pareles, cronista de música latina de The New York Times -muy atareado en este mes por la amplia oferta de música con raíces caribeñas de la ciudad de Nueva York- en la edición del 27 de junio de 2000, comenta lo siguiente:

(...) David Sánchez en el saxo tenor se unió a la banda para una pieza que comenzó con un toque de Bach que se transformó en jazz modal. El Sr. Sánchez fue autoritativo y duro; cuando comenzó con algunas líneas en espiral de torbellino, Palmieri lo envolvió en un remolino de piano.
La mezcla de bandas (la de Palmieri con la de Puente) conducidas por José Madera del grupo de Tito Puente, se hizo eco del mambo de la década de los cincuenta, una vital época del Sr. Puente, y añadió algo del modernismo del Sr. Palmieri. (...) El Sr. Palmieri, que tocó timbales en su adolescencia con la esperanza de emular a Puente, (...) tocó un par de fugaces solos de este instrumento.

Sin duda, otro de esos conciertos que sólo los que ahí estuvieron nos podrán narrar, con una sonrisa en la cara. Mientras, esperamos la Obra maestra que verá luz en julio.
(Más información sobre Tito Puente)

 

Latin Beat Magazine publica en su número de mayo una interesante entrevista de Jesse Tampio con el cronista y experto en música caribeña Max Salazar sobre el jazz latino. Como marco de referencia Tampio usa el Festival Panamericana que tuvo lugar en enero pasado en el Lincoln Center. En esa ocasión, organizado entre otros por el trompetista Wynton Marsalis, se reunieron en la prestigiosa sala de conciertos de Nueva York Paquito D'Rivera, Chucho Valdés, Ralph Irizarry, Milton Cardona y Chucky López completando junto con la Wynton Marsalis' Lincoln Center Jazz Orchestra, formando una banda de 27 músicos, para interpretar la suite de Mario Bauzá, Tanga. El encargado del texto que se entregaba a los asistentes fue Max Salazar.
De la interesante conversación, aquí van algunos extractos:

(...) El grupo Irakere, que incluía a Paquito D'Rivera y Chucho Valdés, introdujo muchas innovaciones en la década del setenta. Ellos usaron por primera vez los tambores batá y comenzaron a ampliar sus sonidos. Y entonces se empezó a escuchar música cubana, música culta, música sacra siendo mezclada con jazz, como nunca se había hecho antes.
(...) El jazz latino continuará creciendo y para mejor. Hay que recordar que la música latina comenzó con un ritmo, el son, que se puede considerar el tronco del árbol. (...) Hoy en día, existen más de 20 ritmos cubanos y unos 50 ritmos latinos en total. Y de la imaginación de gente como Chucho Valdés y Gonzalo Rubalcaba, nuevos sonidos y nuevos ritmos serán creados. (...) Estos músicos, Frank Emilio, Paquito D'Rivera, Chucho Valdés, Danilo Pérez van a hacer sus propias interpretaciones -porque todos ellos tienen su propio concepto acerca de lo que es el jazz latino (...)

El evento del Lincoln Center contó, además de los artistas citados más arriba por Salazar, con Andy González, Arturo O'Farril y Horacio El Negro Hernández.

 

Jon Pareles del The New York Times, el 26 de junio de 2000, reseñando el concierto ofrecido por Chucho Valdés y Michel Camilo en el Carnegie Hall en el marco del JVC Jazz Festival, utilizó esta descripción:

El Sr. Valdés y su cuarteto comenzaron cada tema -standards como My Funny Valentine y Embraceable You- para calmadamente exponer la melodía con unos pocos y decorosos acordes. Entonces Sr. Valdés desata vertiginosamente las transformaciones de su música: pasando a través de largos saltos entre octavas y contrapuntos sumergiéndose en grandes acordes románticos (...) y como escalada final, subir de lleno a los ritmos bailables de jazz afrocubano. (Ramses Manuel Rodríguez Bazalt, en la batería, tocaba con un pedal la clave) (...)
En unos pocos duetos de cierre, el Sr. Valdés y el Sr. Camilo se enfrentaron uno a otro a través del teclado como pilotos de acrobacia en duelo. Largas y rápidas líneas fueron contestadas por aún más rápidas cabriolas; elaboradas rearmonizaciones fueron inventadas y vueltas a inventar. En The Peanut Vendor los acordes rítmicos de los dos pianistas engranaron en una doble exposición de prismáticos. La competencia se mezcló con una virtuosa camaradería, todo en una carrera de notas.

 
 

Inquirido acerca de su impresión sobre la música cubana en la actualidad, David Byrne, el ex Talking Heads, responde a Bruno Galindo de El País de las Tentaciones del 23 de julio de 2000:

Ahora hay mucho rap: por ahí puede venir el desarrollo de la música cubana después del boom de Buena Vista Social Club. (...) Es extraño ver a Cuba buscando su inspiración fuera, pues durante décadas ellos han sido la fuente de inspiración para todo el mundo. Aunque siguen ahí algunas de las mejores bandas del mundo, da la sensación de que aún están aislados, de que necesitan un poco de sangre nueva. Podría ser de sus vecinos más cercanos, de esas bandas de Suramérica que están mezclando música tradicional con, llamémosle así, pop global.

 

La revista World Music N� 26 de jun/jul de 2000, publica un reportaje de Marta García González que reseña las actividades en La Habana de Seju Monzón, un cazatalentos que está produciendo a cuatro grupos que serían los representantes de algo que se ha etiquetado como "joven son". Esto sería la música cubana actual, no la que sirve para complacer turistas sino la que realmente mueve a los jóvenes músicos de la isla. A continuación extractos del reportaje donde se describe el estilo de estos grupos:

Luna Negra: (...) Vienen de Matanzas y traen una sonoridad muy particular gracias al violín de Alayn Chávez, que también ejerce como director de la formación, al tiempo que coro y segunda voz: Las canciones dan un paseo por el Caribe, alternando son cubano con merengue dominicano, cumbia colombiana, batucada brasileña...
Postrova: Llegan de Oriente, de Santiago, con todas las connotaciones musicales que eso conlleva. (...) un conjunto de dos cantautores con piano y teclados, bajo eléctrico, guitarras eléctrica y acústica, batería, timbal, flauta... Y metales, por supuesto.
5 pa' ti: (...) es el grupo más suave del "joven son", (...) "5 pa' ti es son con swing". Una cálida voz femenina (...) ilustra esta fusión entre la música cubana y el jazz de los años cuarenta y cincuenta con letras de amor.
Son esperanza: Es la formación que más guarda la tradición de los cuatro grupos que presenta este pretendido nuevo género musical, con composiciones propias sobre sabor antiguo. Su producción corre a cargo de "Pancho" Amat.
Si hay género nuevo o no lo decidirá el tiempo. De momento, este "joven son" visitará la Península (ibérica) en verano y les podremos ver en directo.

 
 

Cuadernos de Jazz, en el número especial de su décimo aniversario de julio / agosto de 2000, publica un extenso trabajo de Sergio Pujol sobre Dizzy Gillespie. En él, aparte de analizar importantes aspectos de la vida y obra del indispensable músico, analiza su insoslayable aporte al Latin jazz. Entre otras cosas comenta:

No es un punto menor el interés de Gillespie por la música cubana: fue un amor duradero, de toda la vida. La historia es más o menos así. En 1939, estando en la orquesta de Cab Calloway, el joven trompetista se hizo amigo de Mario Bauzá. Este le habló de su Cuba natal, de los negros cubanos, de los secretos de una rítmica sin duda más rica, al menos en los ritmos de base, que la del jazz de aquellos años. Viajó mentalmente por el Caribe y conoció, a través de Bauzá, al percusionista Chano Pozo, también cubano, destinado a ser una pieza fundamental en la aventura musical más audaz e influyente en la vida de Gillespie: la gran orquesta de 1946 (...) Aquella recuperación, en plena efervescencia del bebop, de la voluminosa big band por parte de un vanguardista del jazz terminaría siendo el embrión del jazz latino y, para algunos historiadores, de la salsa también.

Después del Rei Momo, primera incursión pública del ex Talking Heads, David Byrne, en la música latina, donde se acompañó con lo más granado de la salsa de Nueva York de la época, ahora se dedica de lleno a su sello discográfico Luaka Bop, desde donde ha editado a distintos grupos de América Latina y algunos recopilatorios. Fietta Jarque lo entrevistó en El País de Madrid, el pasado 10 de junio:

El eslogan de su sello, Luaka Bop, lo dice claramente: "La alternativa a lo alternativo de lo alternativo".
"Hay una confusión intencionada. La música que se llama alternativa es, en realidad, corporativa. Es como si la disfrazaran cambiándole el nombre. Si haces algo que es bastante conservador pero lo etiquetas como revolucionario, tal vez lo vendas mejor", dice Byrne.
(...) El trabajo que hago en Luaka Bop es el impulso natural de un fan de la música", dice. "Yo hubiera escuchado estos discos y estas bandas de todas maneras, aunque no tuviera intención de publicarlas (...) Yo me guío principalmente por mi gusto personal para elegir a estos artistas; me interesan las mezclas de la cultura local con la global. Ésa es la identidad que todos tenemos ahora, algo como gazpacho con coca cola".
Respecto al llamado boom de la música latina en EE.UU., Byrne guarda una posición paradójica. "Es un poco raro, porque me encantaría capitalizar ese auge y sacar alguna ventaja, pero sería una decepción a la vez. Porque yo sé que lo que quieren es un Ricky Martin II o, mejor aún, una Ricky Martin femenina".

 
 

A propósito de su gira europea, la edición de un nuevo disco y la incorporación de Wladimir, antiguo compañero de tarima en los tiempos de la Dimensión Latina, Julio Túpac Cabello, del diario Tal Cual, de Caracas, conversa con Oscar D'León:

-Aprovechando el furor que ha despertado Buena Vista Social Club.
-Exacto, Buena Vista causó una conmoción positiva en la gente, y nosotros queremos pegarnos ahí, porque uno siempre tiene que estar con las olas para poder mantenerse vigente.
A mí no me gusta encasillarme. Es importante irse renovando para que el público no se aburra de lo que uno hace.
-¿Qué música escucha el sonero?
-Música variada. Música clásica, aunque no soy de los que la escucha constantemente. Jazz contemporáneo, dixieland, jazz latino, bolero. Me gusta más que todo componer, pero tampoco lo hago todo el tiempo, porque uno se puede volver repetitivo en las ideas.
-¿Qué trae esta producción?
-Todo es bueno. Es la Dimensión de aquella época que la gente siempre ha querido escuchar, y ahí está, demostrando que tanto en esa época como en ésta, yo era el que me encargaba de buscar los números, hacer los arreglos, meterme en el estudio con todos los muchachos a dirigir la grabación, y por eso salía aquel sonido.

El concierto de Oscar D'León el pasado sábado 17 de junio en la sala Zeleste de Barcelona reflejó las declaraciones del sonero: sonó el repertorio cubano basado en el fenómeno Buena Vista, algunos éxitos de su larga carrera además de un lógico homenaje a Tito Puente con el que hizo bailar más que nunca a toda la sala cuando el coro comenzó con el Oye cómo va. La presencia de Wladimir también fue un hecho. Aquí la cosa se puso más difícil. Quien no haya bailado, conocido y crecido con los discos de la Dimensión Latina cuando compartían micrófonos Oscar y Wladimir, es difícil que haya entendido la presencia del bolerista. Para muestra, los comentarios de Karles Torra en La Vanguardia de Barcelona del 19 de junio :

(...) El pasado sábado cortó una buena racha sonora coronada por su emblemático Baile del suavecito, para dar paso a un segundo vocalista, Vladimir, que hizo trizas la entrañable Mira que eres linda. En un desafuero romántico, por llamarlo de algún modo, consiguió embutir la tierna canción de resonancias machinianas en una morcilla grasienta de pesada digestión.
Tras no recuperar el vuelo hasta adentrarse en el capítulo de cubanidades selectas del Buenavista, Oscar D'León invocó a Tito Puente para completar la etapa más brillante del concierto.

 
 

Otro con nueva producción, esta vez un poco alejado de los ritmos latinos, es Arturo Sandoval. Entrevistado por Randy Córdova en quépasa.com por Randy Córdova se puede inferir de qué va:

(...) su más reciente álbum, Americana, incluye versiones de melodías de música pop como lo son Let’s Stay Together, If You Leave Me Now y We’ve Only Just Begun. ¿Sandoval tocando música de los Carpenters? No es exactamente lo que esperamos. Pero de cierta forma, de eso se trata. "Mi filosofía es que me encanta la música y punto", dice él. "Me encanta todo tipo de música. Yo creo que la música buena es eso, música buena. Me divierte tocar todo tipo de música. Puedo tocar música clásica, jazz latino y música cubana".
Pero cuando quieren describir a Sandoval en términos generales, casi siempre lo describen como "músico de jazz latino", algo que no le hace mucha gracia. "Eso me molesta, cuando tratan de categorizarme o poner una etiqueta en mi frente", dice Sandoval. "Soy más que jazz latino. Me considero músico. Siempre tratan de categorizarte y en mi caso es muy difícil hacerlo". (...) "Es un estereotipo: tu apellido es Pérez, Martínez o Sandoval, y dicen, ‘Deberías estar tocando salsa. ¿Por qué estás tocando música de Mozart?’ Es una traducción de dos cosas: una mentalidad de estereotipos y discriminación. Sólo porque creciste en Nashville no significa que no se te permite tocar samba en Brasil. Si eres un gringo y tocas samba, no importa donde creciste. Simple y sencillamente no es importante".

Otro ex Irakere que se aventura en territorios desconocidos para sus seguidores es Chucho Valdés. Deseando que la experiencia sea un éxito a pesar de las dudas que pueda causar, recordamos con gusto tres temas interpretados por Pablo Milanés junto a Emiliano Salvador en el disco este último Visión donde el cantante se metió de lleno en el montuno con Puerto Padre y Son de La Loma y en el bolero con Convergencia y olvidó, por un momento, la Nueva Trova, dejando registradas unas de sus mejores interpretaciones. Ojalá el nuevo trabajo vaya por esa vía. En declaraciones a Reuters, publicadas en quepasa.com Milanés habla de esta nueva producción:

"Será una sociedad de amigos porque él pone la música y yo la letra. Espero que esta producción se encuentre lista para noviembre próximo y con ella recorreremos Latinoamérica entera. Será una especie de Don Quijote y Sancho Panza," dijo.

 
 

Nueva York sigue teniendo protagonismo en lo que se refiere a la música latina. Aparte de la oferta del JVC Jazz Festival, que ha sido intensa, el pasado 10 de junio, en los bajos del World Trade Center, se presentaron Los Van Van, Barbarito Torres, Bobby Sanabria, David Sánchez y Los Lobos. Jon Pareles, para The New York Times, el 13 de junio, reporta lo siguiente:

Con un set que bailó a través de la música cubana, y canciones tocadas por un orgullo cultural, fogosas oraciones, pobreza urbana y doble sentido culinario, Los Van Van mostraron porqué han mantenido su lugar como primera banda cubana por décadas.

También en The New York Times, el mismo Jon Pareles, pero dos días antes publicó un amplio reportaje donde el periodista se hace eco de la tendencia marcada en el festival Cubadisco realizado en La Habana, donde la rumba tomó papel protagónico. La jornada de clausura, donde se homenajeaba a la rumba, coincidía con el 80vo. aniversario del nacimiento de Chano Pozo, el primer tumbador que se metió en el jazz.

(...) La entrega de premios de Cubadisco, llevado a cabo en el Teatro Nacional en La Habana el 24 de mayo, se llenó de aplausos para los grupos que interpretaban rumba, el estilo con profundas raíces de música cubana.
Fue una propulsión sin adornos para todos ellos: el cinético sonido de la percusión, chisporroteante y explosiva con un arqueo de voces sobre la clave (...) que permitía a los bailadores hacer figuras que los trasladaban, atrás, a África.
A diferencia del blues rural de Estados Unidos, la rumba en Cuba es todavía contemporánea. "¿Qué es Cuba? preguntaba Oderquis Revé líder de la banda Oderquis Revé y su changüí. "Caña de azúcar, ron y rumba".
(...) "La rumba necesita un lugar en los medios" dijo Caridad Diez, musicóloga y directora de la discográfica Bis. "Queremos expandir la idea de la rumba tanto dentro como fuera de Cuba. No queremos imponer nada. Sólo queremos abrir los ojos y los sentidos de la gente para que vea que la rumba existe. Mucha gente no sabe de dónde vienen ciertos elementos de la música y muchos de ellos se encuentran en la rumba".
(...) Giovanni del Pino, líder del grupo de rumba Yoruba Andabo, dijo: "Siempre ha habido prejuicios sobre esta música, y todavía permanece. La radio y la televisión no hablan de la rumba. Y la rumba no es sólo una expresión del 'solar' o de los negros. Es una manifestación de ser cubano".

 

Albita, la cantante cubana radicada en Miami, acaba de romper con Sony para sacar su último disco que la discográfica consideraba poco comercial. Aparentemente la cantante no quiere promocionarse como figura sensual (estilo la portada de la derecha) o como parte del boom latino, tal como declaró a AFP, según El Universl, de Caracas, del pasado 27 de mayo:

Yo entiendo los argumentos de esta gente y los respeto: en este negocio se trabaja para vender discos. Así de sencillo. Entiendo además que no tengo esos atributos que buscan ahora para presentar mi producto; yo desgraciadamente saqué el trasero de mi padre y no el de mi madre que, no creas, tenía lo suyo.
La discográfica que comercializa el disco Son es Times Square. El disco, según la cantante, está basado en lo que mamó de niña: la música cubana.