Los homenajes a Héctor Lavoe han venido principalmente de sus compañeros de trabajo. Aquellos que lo conocieron lo han honrado en diversos discos. El más reciente es de Junior González, en un buen trabajo producido por José Mangual Jr., quien fuera el bongosero de Willie Colón mientras Lavoe era el cantante. Nelson Rodríguez de Latin Beat Magazine (agosto de 2000) anuncia una nueva producción en honor al cantante "que cuando viene de frente parece que está virao":

Hay ahora un proyecto que es un tributo del rock en español a Lavoe. Tiene tracks de Los Pericos (Argentina) juntándose con Domingo Quiñones para interpretar "Calle Luna, calle Sol"; Los Fabulosos Cadillacs (también de Argentina) con Café Tacuba (México) encontrándose en el tema "Soy la voz" de Van Lester; King Changó (N.Y.) hace "La murga"; Los Aterciopelados (Colombia) hacen "Triste y vacía"; Los Amigos Invisibles (Venezuela) con "Ah ah, oh no"; Ozomatli en "Qué bien te ves"; La secta (Puerto Rico) en "Todo tiene su final" y Sol de Menta (también de Puerto Rico) en "La fama".

 

South Bronx Latin Music Project es el nombre de una asociación sin fines de lucro que pretende documentar las raíces de la música en la ciudad de Nueva York. Ya se han comenzado a hacer entrevistas a personas claves como músicos y coleccionistas, acerca de todos los lugares e historias donde la salsa se formó.
También, junto con otras instituciones, a partir de octubre, ofrecerá tours desde la calle 92.
Nina Siegal, escribe en The New York Times (8/9/00) un reportaje titulado Tras las huellas de los reyes del mambo, donde, aparte de hacer consideraciones sobre la importancia de la ciudad en la música latina, propone un itinerario:

Algunos historiadores musicales dicen que Nueva York es responsable de varias transformaciones de la música latina, como el chachachá en los cincuenta y la pachanga una década después. (...) El tour comienza en el East Harlem, o El Barrio, donde en 1930 un gran número de puertorriqueños inmigrantes crearon un circuito de clubes, bares y teatros que produjo la primera generación de líderes de bandas latinas tocando para latinos. (...) La primera parada es Machito Square, (...) la primera tienda de música de un dueño puertorriqueño, (...) el Museo de la Salsa (...)

 
 

El teatro Bellas Artes de Maracaibo, Venezuela, recibirá el 28 de octubre próximo a músicos de la talla del pianista Larry Harlow, del baterista, compositor y director Alberto Naranjo y de los cantantes Junior González y Adalberto Santiago. Todos ellos harán lo que saben hacer, buena música, pero esta vez, además, lo hacen por una noble causa, recaudar dinero para la operación de Sebastián, el hijo de Orlando Ochoa, DJ y promotor de música latina.
La especialista en música caribeña Lil Rodríguez, ha puesto a la venta algunos ejemplares de su libro Bailando en la casa del trompo, con el mismo loable fin. (Más información).

 

Cesaria Évora, la cantante que puso la música de Cabo Verde a darle la vuelta al mundo anda en Cuba. Ella siempre ha sentido y manifestado en sus discos la empatía que hay entre la música cubana y la de su país. Mauricio Vincent de El País (26/9/00) comenta lo siguiente:

Los tres artistas (Cesaria Évora, Carlos Cano y Compay Segundo) coincidieron este fin de semana en los estudios Abdala de La Habana, donde la caboverdiana graba dos temas cubanos, nada menos que Lágrimas negras, de Miguel Matamoros, y Linda mimosa, de Pedrito Ibáñez. Compay (...) fue compañero de Matamoros allá por los cuarenta y ahora hace la segunda voz a Cesaria en un Lágrimas negras de antología, en el que otro gigante cubano, Chucho Valdés, toca el piano.

 
 

El "descubrimiento" del boogalloo, del Latin soul y del Latin jazz de los sesenta, ha cambiado las preferencias de algunos públicos. Los DJ's programan a Joe Cuba, Pete Rodríguez y Joe Battan, En Londres, Nueva York y Barcelona. Cada ciudad que se precie tiene ya un local para este encuentro. El suplemento "Tentaciones" de El País de Madrid (8/9/2000) trae un extenso reprotaje sobre el tecno latino, donde entre otras cosas dice:

Tan importante es la contribución de los hispanos al house que hay quienes, como Junior Vázquez, siendo anglos, han latinizado su nombre de guerra, bien por gusto o por obtener un mayor reconocimiento. El house neoyorquino ha estado siempre dominado por los hispanos, que han aportado sus señas de identidad a una música en la que han sabido introducir descargas de percusión, pianos salseros, trompetas alborotadas y voces sensuales y excitantes. Es como si el bugalú hubiera sido transplantado a la actualidad, sólo que cambiando soul por house.

 

En el número que celebra el 30 aniversario de la revista Jazztimes (septiembre de 2000) Jesse Chuy Varela, su habitual crítico de jazz latino, publica un trabajo donde hace un repaso de resaltantes fechas y personajes que han habitado esa música durante los últimos 30 años. Como corolario destaca el buen momento que vive el jazz latino y señala experiencias de músicos poco conocidos que recomienda prestarles atención:

El jazz latino continúa creciendo y desdoblándose en nuevos y viables mestizajes. Chequeen el magnífico Libertango (Concorde) de Gary Burton, un álbum de música de Piazzola; la angular fusión cubana de Yosvany Terry y Columna B; y el movimiento de jazz venezolano liderado por la cantante María Márquez, The Snake Trio y el vibrafonista Alfredo Naranjo. Y con certeza, hay mucho más por venir -llámese Latin jazz, Afro-Caribbean, Afro-Cuban o, simplemente, jazz-.

 

Willie Colón sangró por la herida y también puso el dedo en la llaga en relación con el Grammy latino, según afirmó en cable de Reuters difundido por Noticias Yahoo! el 15 de septiembre:

Recordó que la salsa es un concepto musical que recoge todas las tendencias y manifestaciones musicales de América Latina, que los Estefan la han redefinido "sencillamente como otro sabor de música cubana". "Se está intentando borrar la historia de 35 años de salsa. Pretenden enterrar el talento boricua, colombiano, venezolano, dominicano, panameño, mexicano y el de todos aquellos que han contribuido en el pasado y en esta época, sepultado bajo un monumento cubano de Gloria y Emilio",

 

Virtual Drummer School es un website escuela de batería. Dirigido por Salvador Niebla (ex baterista de la Orquesta Mondragón), tiene profesores como Ignacio Berroa y Bobby Sanabria que enseñan percusión afrocubana y latina.
Baterías sin fronteras gracias a Internet. http://www.virtualdrummerschool.com

 
 

Acángana 100 años de música puertorriqueña se llama la exposición que Banco Popular Foundation of Puerto Rico presenta en el sala Rafael Carrión Pacheco de San Juan. Inaugurada en junio pasado estará abierta hasta octubre. Bomba, plena, guaracha, villancicos, aguinaldos y boleros se dan cita en la muestra que también se divide en eras, considerando una de las más importantes, la salsa entre los sesenta hasta los noventa. Fotografías, instrumentos musicales, objetos históricos y orgullo por la música.

 

Mauricio Vincent, en El País de Madrid (13/09/00) reporta desde La Habana una triste noticia:

El percusionista cubano Pedro Izquierdo, Pello el Afrokán, creador e intérprete del ritmo mozambique, que arrasó en Cuba en los años sesenta, fue sepultado ayer en el cementerio Colón de La Habana. (...) falleció a los 67 años víctima de un cáncer, y su entierro se transformó en un auténtico homenaje a la percusión y a la música afrocubana.

 
 

El pasado 21 de agosto en Santiago de Compostela, en la Praza do Obradoiro, la misma donde llegan los peregrinos después de cientos de kilómetros de Camino de Santiago, fue el escenario de la presentación de la película Calle 54 de Fernando Trueba, que tiene como protagonistas a Paquito D'Rivera, Chano Domínguez, Michel Camilo, Chucho y Bebo Valdés, Cachao, Jerry y Andy González, Chico O'Farril, Tito Puente y Gato Barbieri, entre otros. Esta película, según su director:

No se trata de un tratado académico. Esta es una película muy personal. No se trataba de decir que los que están aquí son y los que no, no son. Pero yo tenía que sentir que los que estaban en el rodaje eran mis músicos preferidos, los que amaba, y nadie va a discutir que los que están, sí son. (...) en las opciones escogidas en la película hay riesgos. Hay desde músicos muy reconocidos, que representan la historia y la tradición del jazz latino, hasta grupos poco conocidos. (...) toda la mezcla que se produce en el jazz latino venida desde Cuba, de Brasil, de República Dominicana... y que se encuentra en Manhattan, es pura música. No surge porque ninguna discográfica o los críticos, ni nadie, los apoye. Surge porque los músicos deciden hacer su propia música. Crearla al margen del comercio, porque cualquiera de estos músicos dedicándose a hacer música comercial viviría mucho mejor, evaluándolo desde la cuenta corriente. (Ver Michel Camilo, Fernando Trueba, Diálogo cultural, en Especiales)

Federico González, el día 23 de agosto de 2000, publica en El País:

Calle 54, la película que (Fernando Trueba) ha dedicado al jazz latino, fue seguida con entusiasmo y aplausos. Parecía que el público estuviese asistiendo a un concierto en vivo (...)
Uno de los principales logros es el absoluto respeto que destila por la música. Todo en Calle 54 gira alrededor de las múltiples facetas del jazz latino, sin rastro de recursos efectistas ni tretas autocomplacientes.

 
 

La prestigiosa revista de jazz Down Beat, en su número de agosto de 2000, le dedica a Tito Puente, junto a un artículo su director editorial Frank Alkyer y un reportaje de Fernando González, una doble página homenaje (ver imagen de la derecha), donde se recoge unos pequeños fragmentos de alguna entrevista publicada anteriormente:

Siempre he tratado de encontrar un matrimonio entre la música latina y el jazz (...) tratando de hacer jazz pero sin perder la autenticidad latinoamericana. He estado metido en el jazz toda mi vida y siempre he encontrado que una banda latina puede tocar jazz mejor de lo que una banda de jazz puede tocar latino, porque ellos no pueden lograr esa autenticidad. El asunto en juego es la síncopa. Tu tienes que calzar en el ritmo de la clave -esos dos palitos-